En el siglo VI, los pastores de Abisinia quedaron sorprendidos al ver que sus cabras seguían despiertas toda la noche sin mostrar la más mínima señal de cansancio. Buscando el motivo de tan extraño comportamiento, descubrieron que los animales comían unos frutos que crecían en arbustos de lo alto de las montañas. Enterados del hallazgo, los religiosos de la región se dedicaron a preparar con las semillas de esos frutos un brebaje que combatía el sueño y les permitía quedarse hasta la madrugada estudiando el Corán. A esta bebida amarga la llamaron kaweh , que en etíope significa “fuerza”, y le atribuyeron poderes mágicos tan importantes que la receta se mantuvo durante siglos en secreto, prohibiéndose la venta de las semillas. Pero, como siempre sucede con las prohibiciones, esta prohibición no hizo más que aumentar la fama de la poción mágica. Diez siglos después, una caravana de mercaderes robó unas bolsas de granos que fueron distribuidas a lo largo de todo su recorrido por el desierto, hasta su llegada a Medio Oriente. A partir de ese momento, en Yemen se empezó a cultivar café por primera vez.El café llegó a Europa recién en pleno apogeo del Imperio Otomano. La antigua ciudad de Constantinopla (actual Estambul ) estaba repleta de cafés llamados “casas de sabiduría”. El primer café continental se abrió en Venecia en 1663 , de donde los viajantes franceses traían la noticia de que “ en la ciudad del Dux se bebe el brebaje negro de los turcos”.Casi al mismo tiempo se abría el primer café de Gran Bretaña en Oxford y dos años más tarde en Londres los cafés agrupaban a su clientela por gremios. Así, los fleteros y aseguradores marítimos se reunían en el café Lloyd´s, que con el tiempo se convirtió en la compañía de seguros y megabanco que hoy lleva su nombre. Los sacerdotes católicos intentaron prohibirlo porque lo consideraban bebida de infieles, pero cuando, vencido, el papa Clemente VIII lo bendijo, comenzó a ser aceptado en toda Italia. Y de ese país partió el refrán que afirma que el buen café debe servirse “ dolce come l’ Amore, nero come il Diávolo, caldo come l’Inferno” ( "Dulce como el amor , negro como el diablo y caliente como el infierno").
Al contrario de lo que pueda suponerse, no fue París – la ciudad de los cafés- el primer lugar de Francia donde se abrieron estos bares, sino la ciudad portuaria de Marsella, que tuvo el primer café en 1654.
El café llegó a París de la mano de Solimán Aga - el embajador del sultán Mehmet IV en la corte de Luis XIV-, quien puso de moda la bebida en Versalles en 1669. La comunidad armenia de París abrió un café tras otro en la capital francesa en el siglo XVII, lo que fue considerado en el momento sólo una moda pasajera. El café siempre se había preparado bien espeso y a la turca, hasta que en el 1700 los exquisitos vieneses idearon filtrar la borra con tamices de tela y papel, inaugurando los famosos cafés vieneses.
El café provocó tal éxito de ventas que los holandeses lo cultivaron en sus colonias. Así también, los franceses llevaron la primer planta de café la isla de Martinica en 1714. De esta planta madre descendieron todos los cafetales americanos.
Las propiedades del café como estimulante cerebral y tónico cardíaco unido a su delicioso aroma hacen que tomar café sea uno de los más antiguos y placenteros ritos de la humanidad.Existen más de treinta variedades distintas de la planta del café, que pertenece a la familia de las Rubiáceas. Pero de estas especies, sólo tres, las del género Coffea, son la planta del milagro. Hay tres tipos de variedades de Coffea : arábica, canephora y libérica. Para prosperar, las plantaciones suelos fértiles, húmedos, con buen drenaje de agua, preferentemente volcánicos y a cierta altura que garantice clima frío. Por eso, aunque se cultiva en Java, Sumatra, Arabia, India, Africa, Antillas, es América Central y del Sur la zona de mayor producción, que cosecha aproximadamente las dos terceras partes de todo el café del mundo. En el hemisferio occidental, los cafés arabica se dividen en dos tipos: brasil (subdivididos en tipo Paraná , Santos o Río, según de qué puerto se exporten) y los cafés de tipo medio, que se toman el nombre de su lugar de origen. Por ejemplo, los cafés medio de Colombia se denominan Medellín, Bogotá ,Armenia o anizales.
Distintas variedades se mezclan y tuestan juntas para lograr diferentes sabores. Además, el sabor varía según el tueste sea ligero, medio o intenso. Los lugares de despacho del café cobraron celebridad propia a través de los siglos, como sucedió con el Caffé Greco en Roma, el Gijón de Madrid, el Café Flore, Deux Magots o Café de la Paix en París, el Tortoni en Buenos Aires, el Pierre Loti de Estambul, el Central de Viena, el Odeón de Zurich o el New York de Budapest, sitios de reunión de grandes como Voltaire, Rousseau, Borges, Byron, Marx, Liszt, Freud, Einstein o Goethe. El notable escritor vienés Stephan Zweig- biógrafo de Tolstoi y Voltaire- , se maravillaba ante los cafés vieneses de los que escribió que son los lugares más democráticos del mundo : "Por el módico precio de un pocillo de negro líquido uno puede quedarse horas discutiendo , escribiendo, jugando a las cartas o consumiendo un número ilimitado de periódicos y revistas. Todo esto, sin sentir hambre ni sueño.”
Al contrario de lo que pueda suponerse, no fue París – la ciudad de los cafés- el primer lugar de Francia donde se abrieron estos bares, sino la ciudad portuaria de Marsella, que tuvo el primer café en 1654.
El café llegó a París de la mano de Solimán Aga - el embajador del sultán Mehmet IV en la corte de Luis XIV-, quien puso de moda la bebida en Versalles en 1669. La comunidad armenia de París abrió un café tras otro en la capital francesa en el siglo XVII, lo que fue considerado en el momento sólo una moda pasajera. El café siempre se había preparado bien espeso y a la turca, hasta que en el 1700 los exquisitos vieneses idearon filtrar la borra con tamices de tela y papel, inaugurando los famosos cafés vieneses.
El café provocó tal éxito de ventas que los holandeses lo cultivaron en sus colonias. Así también, los franceses llevaron la primer planta de café la isla de Martinica en 1714. De esta planta madre descendieron todos los cafetales americanos.
Las propiedades del café como estimulante cerebral y tónico cardíaco unido a su delicioso aroma hacen que tomar café sea uno de los más antiguos y placenteros ritos de la humanidad.Existen más de treinta variedades distintas de la planta del café, que pertenece a la familia de las Rubiáceas. Pero de estas especies, sólo tres, las del género Coffea, son la planta del milagro. Hay tres tipos de variedades de Coffea : arábica, canephora y libérica. Para prosperar, las plantaciones suelos fértiles, húmedos, con buen drenaje de agua, preferentemente volcánicos y a cierta altura que garantice clima frío. Por eso, aunque se cultiva en Java, Sumatra, Arabia, India, Africa, Antillas, es América Central y del Sur la zona de mayor producción, que cosecha aproximadamente las dos terceras partes de todo el café del mundo. En el hemisferio occidental, los cafés arabica se dividen en dos tipos: brasil (subdivididos en tipo Paraná , Santos o Río, según de qué puerto se exporten) y los cafés de tipo medio, que se toman el nombre de su lugar de origen. Por ejemplo, los cafés medio de Colombia se denominan Medellín, Bogotá ,Armenia o anizales.
Distintas variedades se mezclan y tuestan juntas para lograr diferentes sabores. Además, el sabor varía según el tueste sea ligero, medio o intenso. Los lugares de despacho del café cobraron celebridad propia a través de los siglos, como sucedió con el Caffé Greco en Roma, el Gijón de Madrid, el Café Flore, Deux Magots o Café de la Paix en París, el Tortoni en Buenos Aires, el Pierre Loti de Estambul, el Central de Viena, el Odeón de Zurich o el New York de Budapest, sitios de reunión de grandes como Voltaire, Rousseau, Borges, Byron, Marx, Liszt, Freud, Einstein o Goethe. El notable escritor vienés Stephan Zweig- biógrafo de Tolstoi y Voltaire- , se maravillaba ante los cafés vieneses de los que escribió que son los lugares más democráticos del mundo : "Por el módico precio de un pocillo de negro líquido uno puede quedarse horas discutiendo , escribiendo, jugando a las cartas o consumiendo un número ilimitado de periódicos y revistas. Todo esto, sin sentir hambre ni sueño.”
LOS CAFÉS DEL MUNDO
Café soluble : Café preparado en forma industrial y luego deshidratado por pulverización.
Café liofilizado : Café congelado al que se le extrajo el agua por sublimación
Café descafeinado: Café elaborado a partir de granos a los que se les quitó la cafeína con disolventes en base a cloro.
Cortado: Café expreso con muy poca leche
Expreso: Café realizado con máquina a vapor
Ristretto: Expreso condensado, muy fuerte y espeso. Se toma de a media tacita.
Capuchino: Café expreso al que se le añade espuma de leche entera calentada al vapor, qu e suele espolvorearse con canela o chocolate en polvo..
Café lungo: Liviano, rebajado con un poco de agua.
Macchiatto: En Italia, café cortado.
Latte machiatto: En Italia, una taza de leche con una gota de café, ( una lágrima)
Corretto: Café con aguardiente , especial para entrar en calor durante el invierno.
Café doppia panna: En Italia: Café servido con abundante crema batida
Café irlandés: Café con un chorrito de whisky cortado con crema.
Café vienés: Café fuerte coronado por un copete de crema batida
Café americano: Nombre que se le da en Europa y Estados Unidos al café de filtro, bien flojo
Cafezinho : Café pequeño y muy endulzado que se sirve en Brasil en vasitos pequeños
Tinto: Nombre que se le da en Colombia al café negro
Lágrima: Tacita de leche cortada con una gota de café
Café Frappé: En Grecia, batido realizado con hielo granizado, café instantáneo , leche y azúcar
Granita di Caffé : En Italia, vaso alto donde se vierte café frío y hielo granizado. Se endulza a gusto . Es un típico trago de verano.
Caffelatte/ Café au Lait : Un café con leche hecho mitad con expreso y mitad con leche caliente
Kaffe mit Schlagsahne: Nombre que se le da en Viena al café vienés coronado con crema batida.
Café soluble : Café preparado en forma industrial y luego deshidratado por pulverización.
Café liofilizado : Café congelado al que se le extrajo el agua por sublimación
Café descafeinado: Café elaborado a partir de granos a los que se les quitó la cafeína con disolventes en base a cloro.
Cortado: Café expreso con muy poca leche
Expreso: Café realizado con máquina a vapor
Ristretto: Expreso condensado, muy fuerte y espeso. Se toma de a media tacita.
Capuchino: Café expreso al que se le añade espuma de leche entera calentada al vapor, qu e suele espolvorearse con canela o chocolate en polvo..
Café lungo: Liviano, rebajado con un poco de agua.
Macchiatto: En Italia, café cortado.
Latte machiatto: En Italia, una taza de leche con una gota de café, ( una lágrima)
Corretto: Café con aguardiente , especial para entrar en calor durante el invierno.
Café doppia panna: En Italia: Café servido con abundante crema batida
Café irlandés: Café con un chorrito de whisky cortado con crema.
Café vienés: Café fuerte coronado por un copete de crema batida
Café americano: Nombre que se le da en Europa y Estados Unidos al café de filtro, bien flojo
Cafezinho : Café pequeño y muy endulzado que se sirve en Brasil en vasitos pequeños
Tinto: Nombre que se le da en Colombia al café negro
Lágrima: Tacita de leche cortada con una gota de café
Café Frappé: En Grecia, batido realizado con hielo granizado, café instantáneo , leche y azúcar
Granita di Caffé : En Italia, vaso alto donde se vierte café frío y hielo granizado. Se endulza a gusto . Es un típico trago de verano.
Caffelatte/ Café au Lait : Un café con leche hecho mitad con expreso y mitad con leche caliente
Kaffe mit Schlagsahne: Nombre que se le da en Viena al café vienés coronado con crema batida.
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